Definición
La toxoplasmosis es una infección de las capas internas del ojo producida por un parásito (toxoplasma gondii). La enfermedad puede ser congénita (la madre infecta al feto a través de la placenta) o adquirida cuando se manifiesta en la edad adulta. El síntoma mas importante es el de visión borrosa debido a la opacidad del medio (debris en el vítreo), aunque la visión también puede estar limitada si la lesión afecta a las áreas vitales de la retina (mácula o nervio óptico). El tratamiento consiste en anti-inflamatorios y antibióticos especiales que se administrarán por varias semanas. Desafortunadamente las recurrencias son frecuentes y el paciente necesitará visitas de seguimiento periódicamente.
Fuente : retinaenmexico.com
Es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito llamado Toxoplasma gondii. La toxoplasmosis puede ser aguda o crónica, presentarse con o sin síntomas.
Existen distintas formas de infección pues este parásito puede atacar diferentes partes del cuerpo, las más comunes son el cerebro, los ganglios linfáticos y el ojo.
Toxoplasmosis Ocular: puede ser de origen congénito o adquirido, afectar uno o ambos ojos.
La infección por Toxoplasma gondii es una causa frecuente de coriorretinitis = inflamación de la retina
Fuente : asuo.org.uy
Frecuencia
En la presentación más común de toxoplasmosis ocular esta retinitis se localiza adyacente a una cicatriz coriorretiniana previa. Un estudio sobre recurrencias de la toxoplasmosis ocular mostró que 75% de los pacientes en su primera consulta ya tenía una cicatriz previa que había pasado desapercibida.
La uveítis anterior aparece en aproximadamente 50% de los pacientes con toxoplasmosis ocular.
Toxoplasmosis congénita. Si la infección es adquirida durante el tercer trimestre de embarazo, la transmisión al feto ocurre casi en 60% de los casos, probablemente debido a una mayor vascularización de la placenta. La retinocoroiditis es la manifestación más común. Es bilateral en 85% de los pacientes y afecta la mácula en 58% de ellos.
Fuente : intramed.net
Causa
Antiguamente se pensaba que la toxoplasmosis ocular era una enfermedad adquirida en forma congénita y que posteriormente podía tener reactivaciones tardías. Hoy en día, sin embargo, este concepto ha variado gracias a que nuevos datos epidemiológicos han demostrado la existencia de formas adquiridas mediante el contagio por alimentos, agua y aire. Probablemente las cicatrices de las cuales se genera la reactivación ocular -que es la forma más común- se traten de una infección contraída anteriormente, pero no de una lesión congénita. En la mayoría de los casos esta primera lesión pasa desapercibida y es en la reactivación donde surgen los síntomas de la enfermedad ocular.
El parásito se aloja en la retina en la forma de bradizoítos enquistados; al romperse este quiste por motivos que aún se desconocen se desarrolla una retinitis, ya que éste es el órgano inicialmente comprometido. Es importante considerar a la toxoplasmosis ocular como una retinitis, por lo que las retinitis serán las entidades a tener en cuenta entre los diagnósticos diferenciales de la enfermedad.
Fuente : intramed.net
Prevención
Debe reforzarse el lavado de alimentos naturales que puedan contaminarse con tierra que contenga ooquístes de deposición de gato. Sólo debe usarse agua potable y no ingerir carne cruda. No se deben manipular deposiciones de gato y estas deben eliminarse cada 24 h dado que el ooquístes es infectante sólo 48 h después de eliminado en la deposición. Debe evitarse la infección del gato doméstico impidiendo que cace ratones y que coma carne cruda. Debe alimentarse solamente con comida especial de gato. Para prevenir la toxoplasmosis congénita debe identificarse a las mujeres embarazadas susceptibles y reforzar las medidas de prevención y en aquellas que se infecten realizar el tratamiento con espiramicina lo más precozmente posible.
Fuente : monografias.com
- Evitar el contacto con materia fecal de gatos menores de 6 meses.
- No tomar agua de la llave, ríos y quebradas o bebidas hechas con agua sin hervir o sin filtrar.
- Comer carnes bien cocidas y verduras bien lavadas.
- Hacer examen de IgG e IgM durante el embarazo.
Si usted ya terminó el tratamiento o ya le han diagnosticado toxoplasmosis ocular esté atento a cualquier síntoma como visión de manchas móviles o fijas y visión borrosa consulte a su médico u oftalmólogo.
Fuente : asuo.org.uy
Diagnóstico
Fondo de ojo: examen mediante el cual el oftalmólogo o médico examina la apariencia del ojo con la ayuda de un oftalmoscopio, sirve para diagnosticar muchas enfermedades, entre ellas la toxoplasmosis.
IgM y la IgG: Son pruebas realizadas en sangre para medir los anticuerpos, es decir las defensas fabricadas por el cuerpo para responder a la infección por Toxoplasma gondii.
PCR: Es una prueba que detecta al parásito en sangre mediante la detección de sus genes.
Fuente : asuo.org.uy
Tratamiento
Se utilizan como antibióticos para atacar al parásito: PIRIMETAMINA y SULFADOXINA.
Se recomienda acompañar los antibióticos de ÁCIDO FOLÍNICO.
Para reducir la inflamación en el ojo se usa un corticoide: PREDNISOLONA.
Este tratamiento permite la reducción de los síntomas, en algunos casos puede haber mejoramiento de la visión, pero lo más importante es que ayuda a detener el curso de la enfermedad evitando futuras consecuencias y una afectación mayor de la visión. Por eso es fundamental seguir cuidadosamente las indicaciones de su médico u oftalmólogo. En caso de presentar algún síntoma o tener alguna duda es importante consultarle a su médico.
Fuente : asuo.org.uy
Referencias /Artículos cíentificos
CONSENSO ARGENTINO DE TOXOPLASMOSIS CONGÉNITA.
Durlach Ricardo, Kaufer Federico, Carral Liliana, Freuler Cristina, Ceriotto Mariana, Rodríguez Marcelo et al .
Medicina (B. Aires) [revista en la Internet]. 2008 Feb [citado 2010 Jun 24] ; 68(1): 75-87.
Fuente : scielo.org.ar
TOXOPLASMOSIS OCULAR
Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología
Arch Soc Esp Oftalmol v.78 n.10 Madrid oct. 2003
REVISIÓN DE LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA TOXOPLASMOSIS OCULAR
A. Pardo, J. Callizo, X. Valldeperas. Hospital Universitario Juan XXIII Servicio de Oftalmología Tarragona
Annals d'Oftalmologia 2004;12(1):11-20
Fuente : scielo.isciii.es